EL TANGO

"El tango duele en el pecho como el amor perdido, como la ausencia, como la miseria. Palpita fuerte como la pasión,como la entrega, como la lucha enardecida por los ideales"

El tango se baila escuchando el cuerpo del otro, rozando las mejillas, fundiéndose en un abrazo sin importar la edad, la ideología o la raza. Para entrar en este espacio privado es necesario compartir la desesperanza... y bailar percibiendo el latido del otro. Por eso los bailarines que hasta el último compás son amantes, confidentes o solitarios habitantes de la noche, cierran los ojos, para escuchar mejor. Cuando la pieza finaliza vuelven a ser dos desconocidos.